Ecuador está ardiendo, por culpa de México
Por Leopoldo Mendívil López (Secreto Azteca)
- Ecuadorazo y Culiacanazo…
- ¿Un segundo Bukele, ahora en Ecuador?
- ¿Cómo nos salpicará esto a los Mexicans?
- ¿Un complot hecho en México?
Los carteles mexicanos detonaron la crisis de hoy en Ecuador… ¿Es así?
Columna dedicada a mi querido profesor de composición y violín en el Conservatorio Nacional de Música (México), Enrique Espín Yepes (QEPD), gigantesco ecuatoriano, creador de la Rapsodia Ecuatoriana.
El creador de la teoría del caos en las matemáticas, Edward Lorenz, acuñó la famosa frase que describe la conducta caótica o “impredecible” de los sistemas complejos en el universo -desde el clima terrestre hasta la bolsa de valores y la lotería:
“Puede ser que el inocente aleteo de una mariposa en Nueva York llegue convertido en brisa y se transforme en un ciclón en Australia”.
A este fenómeno se le llama: “la mariposa de Lorenz”, y refleja que un pequeño cambio en un lugar puede tener implicaciones gigantescas en otro.
En este caso no se trata de una mariposa ni de Australia. Son los carteles mexicanos y el ciclón que está estallando en un país entero: Ecuador.
¿Qué es lo que está pasando en Ecuador justo ahora?
Después de un gobierno convulso en los tiempos de la pandemia como lo fue el del ex banquero Guillermo Lasso, hoy un nuevo presidente, Daniel Noboa -que es el más joven en toda la historia del Ecuador-, se enfrenta a un levantamiento generalizado por parte del crimen organizado a todo lo largo y ancho del país.
(Más de 30 ataques coordinados, en distintas ciudades).
Estos grupos, en simultáneo, hicieron un golpe ayer parecido a lo que aquí en México hizo el Cártel de Sinaloa en 2019 -el “Culiacanazo”-; sólo que en este caso actual, las dimensiones son exponenciales, y puede llamarse ya “Ecuadorazo”.
Los grupos criminales en Ecuador, que crecieron mucho en los últimos dos años, creando eventos terroríficos en cárceles de todo el país, aterrorizando a la población ecuatoriana como nunca antes y quintuplicando el número de homicidios (el Ecuador “ha registrado un aumento del 470% de los homicidios entre 2016 y 2022”, dice la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito / EFE); ; ayer tomaron la Universidad de Guayaquil, la televisora del Canal 10, TC Televisión de Ecuador.
Así comienza el 2024.
Las redes sociales ayer se llenaron de imágenes de ecuatorianos huyendo en diversas ciudades, como si estuvieran en una guerra, escondiéndose dentro de los “malls”, los centros comerciales.
Los grupos delincuenciales hicieron arder coches en las calles, al más puro estilo del Culiacanazo, con explosiones y policías capturados.
Ocurrió tan en simultáno y en tantas partes del país que fue como si todos estos grupos estuvieran armando este super golpe, este “Ecuadorazo”, para amedrentar a su nuevo y joven presidente de sólo 36 años.
De hecho, uno de estos “comandos” entró al estudio de Canal 10 en vivo; sometieron al conductor del programa con una ametralladora pegada a su cuello y lo hicieron arrodillarse frente a la cámara que transmitió la escena a millones de ecuatorianos, y dijeron hacia la lente la siguiente frase:
“Esto le va a pasar al presidente por meterse con las mafias”.
A primera vista parece que el joven presidente Daniel Noboa, quizás a imitación de su colega de El Salvador, Nayib Bukele, opera con la intención de satisfacer el clamor de la población: devolver el país a los ciudadanos y quitárselo a los grupos criminales que se apoderaron de las ciudades en los últimos años.
En realidad Noboa dio un paso histórico sin precedentes: primero, armó una reforma carcelaria para impedir que los presos siguieran usando las prisiones como oficinas para dirigir la operación criminal que ocurre en las calles del Ecuador. (Para este fin contrató tecnologías de punta de las que hablaremos al final de esta columna.)
Segundo, su decreto de hace apenas unos días con la orden de excepción, que convierte a los grupos criminales en grupos “terroristas”, para, una vez clasificados así, poderlos atacar con el ejército, como si Ecuador estuviese en una literal guerra contra grupos armados “beligerantes”.
Al ser calificados como terroristas, se les puede perseguir, atacar y castigar en forma abolutamente diferente que si continuaran siendo simplemente criminales.
Su tweet del día enero 9 de 2024 (ayer), lo dice así:
“He firmado el decreto ejecutivo declarando Conflicto Armado Interno e identifiqué a los siguientes grupos del crimen organizado transnacional como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes: Águilas, ÁguilasKiller, Ak47, Caballeros Oscuros, ChoneKiller, Choneros, Covicheros, Cuartel de las Feas, Cubanos, Fatales, Gánster, Kater Piler, Lagartos, Latin Kings, Lobos, Los p.27, Los Tiburones, Mafia 18, Mafia Trébol, Patrones, R7, Tiguerones. […] He ordenado a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones militares para neutralizar a estos grupos.”
Es decir: este joven presidente, en efecto, parece estar siguiendo el ejemplo de Bukele: se acabó la tolerancia con los criminales. Pondrá al Estado contra las fuerzas del delito.
Los mexicanos sabemos que los Estados Unidos han buscado por décadas que los narcotraficantes mexicanos sean clasificados justamente así, como “terroristas”, para así poder meter -“justificadamente”- sus fuerzas armadas y policiales a México bajo el argumento de la “seguridad nacional americana”.
O sea, tener derecho para entrar a territorio del vecino y actuar conforme a leyes de persecución, aprehensión, interrogación y tortura aplicables a terroristas.
El Decreto Ejecutivo 110 -del 8 de enero de 2024- del joven presidente ecuatoriano Noboa también incluye lo siguiente: se declara estado de excepción por la causa de “conflicto armado interno”.
El Decreto 111, de ayer 9 de enero, dice:
“Disponer la movilización e intervención de las Fuerzas Armadas y Policia Nacional en el territorio nacional para garantizar la soberanía e integridad territorial contra el crimen organizado transnacional, organizaciones terroristas y los actores no estatales beligerantes conforme lo expuesto en el presente Decreto Ejecutivo.”
La palabra clave aquí es “transnacional”… Aquí es donde comienza a perfilarse el pais azteca…
Con todo esto sobre la mesa, ya no es de sorprender que hoy Ecuador esté en llamas.
La violencia sincronizada de ayer es simplemente la represalia contra este decreto por parte de todos estos grupos criminales organizados, que, según el nuevo presidente, ya se pueden llamar “terroristas”.
En una operación casi de película, la policía ecuatoriana ayer entró con helicópteros a la televisora para asegurar el inmueble, rescatar al conductor sometido y sacar uno a uno a los golpistas, esposados.
La televisora TN -Todo Noticias- calificó a este ataque nacional como una “operación comando”.
Nada de ésto debería extrañar ni asustar a los mexicanos, porque ya lo vivimos – precisamente fue el “Culiacanazo”: fuerzas del Estado trataron de arrestar a Ovidio Guzmán el 17 de octubre de 2019, y recibieron el coletazo del Cártel de Sinaloa: la organización se levantó y quemó automóviles en las calles Culiacán, espantando a la población y amedrentando nada menos que al gobierno federal.
Cuando se procedió de nuevo al arresto de Ovidio años después (5 de enero de 2023), los defensores del joven capo intentaron un nuevo “Culiacanazo”, pero esta vez el gobierno mexicano ya no se doblegó como en 2019.
Bueno, ahora viene lo bueno.
México y el Ecuadorazo. La “conexión”.
1 ¿Quién es el que detonó lo que ocurrió ayer en Ecuador? ¿Acaso México?
2 ¿Quién está detrás de los grupos criminales enlistados por el presidente Daniel Noboa en su tweet?
3 ¿Por qué, en primer lugar, comenzó toda esta escalada de violencia en el Ecuador desde 2020, en plena pandemia -o mejor dicho: tras finalizar el gobierno de Rafael Correa e iniciar el de su sucesor Lenín Moreno seguido por Guillermo Lasso, quien tuvo que renunciar en medio de acusaciones en 2023, en el entorno del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio (agosto 9 de 2023) para dar paso a este joven Daniel Noboa, un ecuatoestadounidense del partido derechista Acción Democrática Nacional (ADN), graduado de la George Washington University, nieto de quien fue el hombre más rico del Ecuador, el magnate Luis Adolfo Noboa Naranjo?
La respuesta a la pregunta tiene que pasar por otra: analizar a estos grupos, los que están en la lista en el Twitter del joven presidente Noboa. ¿Quiénes son?
De todos estos grupos, hay dos que son los más poderosos y aglutinan prácticamente a todos los demás:
Los “Choneros” y los “Lobos”.
Cabe decir que en un principio estos dos macro grupos fueron en realidad uno: los Lobos eran una unidad dentro de los Choneros.
Los Choneros de pronto se fragmentaron en el 2020, y varios de los fragmentos -los ChoneKillers, los Tiguerones, los Pipos y los Lobos- se salieron, pues consideraron que líder de los Choneros, llamado José Macías Villamar, era espurio.
¿Por qué lo pensaron?
Ocurrió porque en el año 2020 (28 de diciembre), el líder original del grupo madre -los Choneros-, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, fue asesinado en una cafetería en Mante, Ecuador, dentro de un mall.
Y quien quedó el mando, su segundo de abordo, José Macías Villamar, el “Fito”, fue el blanco de la sospechas por parte de personas de la organización, cuyos grupos por lo mismo se independizaron.
En pocas palabras, ese asesinato de Zambrano fue el “Big Bang”: fue lo que desencadenó toda esta etapa que hoy vivimos.
Los separatistas, o algunos de ellos, culparon del asesinato a quien quedó como líder, el “Fito”. Un caso con semejanzas -aunque con importantes diferencias- a situaciones mexicanas como las del “Chango” Méndez Vargas de La Familia Michoacana, y a los de Vito Genovese y Frank Costello en la mafia italo-americana.
(La historia del mundo se repite siempre… sólo cambien las fechas, lugares y los nombres… pero las tramas son casi siempre la misma).
Pues resulta que los Lobos, los Chone Killers y los Tiguerones se separaron de la organización madre -Choneros-, convencidos -al menos algunos de ellos- de que “Fito” había organizado la “usurpación” y que controlaría todo desde la cárcel.
Villamar -el “Fito”- efectivamente fue a la cárcel y desde entonces los grupos han estado en guerra, los dos bandos: la red de los Lobos contra la red de los Choneros controlados por el “Fito”.
Ha sido tan agria esta guerra, que en 2021 secuestraron a la hija de “Fito” en las montañas en El Aromo. La policía auxilió y la chica indicó que no fue maltratada.
Desde prisión, “Fito”, al más puro estilo de Vito Corleone, agradeció a la policía y pidió “limar asperezas” con los Lobos. Convocó a la paz entre las dos “familias”, y prometió que él no tomaría represalias.
Pero ocurre que el 1 de enero de este brillante nuevo año de 2024, alguien sacó de la cárcel al “Fito” Villamar, el líder de los Choneros, en un incidente que recuerda a la fuga del Chapo Guzmán hace años – con presunta ayuda de los guardias de la Penitenciaría del Litoral.
Simplemente alguien entró a la celda y dijo: “Vaya, el señor Fito ya no está. ¿Quién lo sacó de la cárcel?”
Pero pasó algo mucho más increíble: el otro líder, el de los Lobos, !también escapó! -Fabricio Colón Pico, el “Capitán Pico” se fugó de Riobamba en este 2024.
Ahora los dos grandes y más temidos líderes del crimen organizado en Ecuador (que son o han sido rivales) están libres de nuevo, justo cuando hay un nuevo presidente.
Y ocurre algo muy interesante.
La guerra que está sucediendo entre estos dos grupos se parece bastante a la guerra que hoy ocurre dentro de México: la batalla entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (GJNG) – el “clásico” Sinaloa-Jalisco. (Se están peleando México como territorio, y al mundo como mercado).
Pregunta: ¿acaso estas dos guerras, la de México y la de Ecuador, son distintas? ¿están desconectadas?
Por supuesto no. Son la misma.
Los Choneros son apoyados por el Cártel de Sinaloa, y los Lobos y sus aliados por el Cártel Jalisco Nueva Generación. Es la misma guerra.
De hecho, cuando se separaron de los Choneros, los Lobos, los Chone Killers y los Tiguerones comenzaron a llamarse a sí mismos “los Nueva Generación” -ver foto-.
¿Es casualidad?
Ayer, el experto en crimen organizado Jorge Luis Vidal (Colombia) dijo en entrevista para La Nación (Argentina); “esto [el golpe en Ecuador por parte de los criminales organizados] es una respuesta a los proyectos que el presidente quiere llevar adelante […] el ex candidato a la presidencia que mataron, Villavicencio […] dijo que lo había amenazado este individuo, José Adolfo Villamar [el “Fito”] [y] que es justamente un brazo armado del Cártel de Sinaloa.”
En otras palabras, es la misma Guerra.
México la exportó a Ecuador, país hermano nuestro y vecino de Colombia y de las sagradas tierras de la coca. Los narcos mexicanos, igual que los colombianos, necesitaban más puertos, y ahora los tienen. Ahora Ecuador es parte de la telaraña, y Guayaquil es puerto.
A Plot Made in Mexico.
Ahora, a ver si lo que está haciendo el joven presidente del Ecuador, Daniel Noboa (Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín), un Kennedy combinado con Bukele, respaldado por los Estados Unidos, no tiene efectos en México.
(El presidente John F. Kennedy era también hijo de un millonario y tuvo el valor de enfrentarse a los más grandes mafiosos de Estados Unidos: Sam Giancanna, Santo Trafficante y Carlo Marcello).
O como diría Edward Lorenz: que el aleteo de una mariposa en el Ecuador no se convierta en un huracán en México…
O, dicho de otra forma: Que el Ecuadorazo no regrese como un Culiacanazo “Reloaded”.
Hace pocas horas, Brian Nichols, jefe del servicio exterior estadounidense para el Hemisferio Occidental, anunció la siguiente postura del Presidente Joe Biden:
“Los Estados Unidos apoya al pueblo de Ecuador. Estamos listos para brindar asistencia al gobierno ecuatoriano y permaneceremos en estrecho contacto con el equipo del Presidente Daniel Noboa respecto a nuestro apoyo” […] “Estoy extremadamente preocupado por la violencia […] en Ecuador”.
PD
Zambrano (el líder original de los Choneros) fue asesinado apenas medio año después de haber sido liberado del Centro de rehabilitación social Cotopaxi cuando la juez Alzira Benítez en Latacunga había reconocido que el líder había cumplido ya el 90% de su sentencia, y además estaba por recibir el título de abogado por la Universidad Técnica Particular de Loja.
Al salir de la cárcel le ocurrió lo mismo que a Jimmy Hoffa: ya no pudo recuperar la organización -los Choneros-, porque ya se la disputaban sus viejos subordinados (“nadie quiere devolver a otros el poder una vez que lo ha obtenido”).
Fue entonces cuando ocurrió el incidente en el café en Manta, a las 18:00 horas de un lunes, cuando iba acompañado por su esposa y por su hija, así como por escoltas que no le ayudaron mucho.
Recibió tres tiros que a su vez desencadenaron la actual ola de crimen en Ecuador… y el shockwave que se extenderá por América…
PD2
En un reporte para Expreso (Ecuador), la periodista Lourdes Maribel Guadamud Cruz, indica que: “Noboa trabajará con la compañía que Nayib Bukele contrató para las cárceles […]. El presidente detalló que su Gobierno trabaja el sistema carcelario con cooperación israelí, como en El Salvador. El sistema nace en México”.
Noboa, por su parte, asegura: “Empecemos por lo más básico, luego traemos a los americanos, los israelitas y los ingleses, que tienen cada uno los mejores sistemas y tecnologías para esto”.
Leopoldo Mendívil López es un escritor mexicano nacido en 1970. Estudió comunicación en la Universidad Iberoamericana. Ha trabajado como publicista en la casa Nautilus-Grupo Elektra, produjo y escribió programas televisivos para la presidencia de la república y participó como conductor en la serie televisiva El otro México.
Es autor de Psi-Code, Secreto R (Rockefeller), Secreto Maximiliano, Secreto Vaticano, Secreto Azteca, Secreto Biblia, Secreto 1910.
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