El Gobierno de Perú consumó este lunes la ruptura de relaciones diplomáticas con México, una medida sin precedentes recientes que eleva al máximo la tensión bilateral. La causa directa: el otorgamiento de asilo político a la ex primera ministra peruana Betssy Chávez en la residencia de la embajada mexicana en Lima.
El canciller peruano, Hugo de Zela, comunicó la decisión, argumentando que se trata de una respuesta a un “acto inamistoso” y a las “reiteradas acciones” de injerencia por parte de las administraciones mexicanas en los asuntos internos de Perú.
“Frente a este acto inamistoso, y teniendo en cuenta las reiteradas acciones en que el actual y el anterior presidente de ese país han intervenido en los asuntos internos del Perú, el Gobierno peruano ha decidido romper relaciones diplomáticas con México”, sentenció De Zela en la rueda de prensa.
El Contexto del Asilo de Betssy Chávez
Betssy Chávez, quien fue primera ministra durante la gestión de Pedro Castillo, se encuentra actualmente procesada por el presunto delito de rebelión y conspiración, señalada como coautora del fallido intento de autogolpe de Estado ejecutado por Castillo en diciembre de 2022.
Proceso Judicial: Chávez enfrenta una solicitud fiscal de 25 años de prisión. Su defensa, según fuentes, temía que el proceso judicial se estuviera utilizando con fines políticos, intensificando la presión en su contra.
Antecedentes de Búsqueda de Asilo: Ya en junio de 2023, la posibilidad de que Chávez buscara refugio en la embajada mexicana había sido una alerta, e incluso el chofer de la exfuncionaria testificó que se le había pedido llevarla allí el día del intento de golpe.
El rápido movimiento de la ex premier para refugiarse en la sede diplomática mexicana, y la confirmación del asilo, fue interpretado por el gobierno de Dina Boluarte como una flagrante intromisión que busca proteger a una figura clave investigada por graves delitos en Perú.
Implicaciones de la Ruptura
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Aunque la ruptura es formalmente de las relaciones diplomáticas (ámbito político, económico, comercial y turístico), el canciller De Zela precisó que las relaciones consulares se mantendrán.
Protección Consular: La continuidad de las funciones consulares garantiza que los ciudadanos peruanos residentes en México y los mexicanos en Perú sigan recibiendo la debida asistencia y protección.
Efectos Bilaterales: La tensión ya había afectado la relación desde la destitución de Castillo, con el expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador negándose a entregar a Perú la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico en 2023.
Esta nueva ruptura agudiza el congelamiento de los lazos oficiales, aunque analistas sugieren que el comercio bilateral podría persistir, aunque contenido. La medida peruana también refuerza la narrativa del Ejecutivo de Lima sobre la existencia de una “interferencia externa” en sus asuntos judiciales, mientras que México, bajo el principio de asilo, mantiene su línea de apoyo a exfuncionarios.
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