Día Mundial de la Prevención del Suicidio: Un enfoque preventivo multidisciplinario
Por Javan Alfredo Aguilera Márquez
El suicidio es un grave problema de salud pública que afecta a más de 700,000 personas cada año a nivel global, con un impacto particular en jóvenes. Por cada suicidio consumado, hay al menos 20 intentos, lo que resalta la magnitud de esta crisis. Para prevenirlo, es esencial comprender la interacción entre factores individuales, sociales y contextuales. Aunque la depresión y la ansiedad son predictores clave, otros factores como las crisis vitales, el abuso de sustancias y la falta de apoyo emocional también juegan un papel crucial.
Factores de riesgo y señales de alerta
Entre los principales factores de riesgo están los intentos previos de suicidio, trastornos mentales, consumo de drogas, violencia familiar y traumas en la niñez. Crisis como la pérdida de empleo o rupturas amorosas también pueden desencadenar pensamientos suicidas. Las señales de alerta incluyen cambios en el comportamiento, aislamiento social, falta de energía y alteraciones en el sueño y apetito. Estas señales son a menudo ignoradas debido al estigma sobre la salud mental.
El valor de los factores protectores y redes de apoyo
Las relaciones afectivas sólidas, el apoyo familiar, la participación en actividades comunitarias, deportivas o culturales y el arraigo espiritual son factores protectores que ayudan a las personas a enfrentar adversidades. Las redes de apoyo como la familia, amigos, grupos sociales, deportivos y culturales, entre otros juegan un rol fundamental en la prevención del suicidio, proporcionando un entorno seguro para compartir preocupaciones y emociones, y ofreciendo recursos para gestionar el estrés y las crisis.
Prevenir el suicidio requiere la colaboración de varios profesionales para abordar tanto los factores emocionales como los sociales y médicos que influyen en el bienestar.
- Psicólogos: Detectan y tratan trastornos como la depresión y la ansiedad mediante terapia, ayudando a las personas a desarrollar habilidades de afrontamiento.
- Psiquiatras: Proporcionan tratamiento médico y farmacológico para estabilizar trastornos mentales graves que incrementan el riesgo de suicidio.
- Trabajadores Sociales: Conectan a las personas con recursos comunitarios y fortalecen redes de apoyo familiar.
- Médicos Generales: Identifican signos tempranos en consultas de rutina y derivan a los pacientes a servicios especializados.
- Educadores: Detectan cambios de comportamiento en los jóvenes y promueven el bienestar emocional en las escuelas.
La colaboración entre estos profesionales (y quizá algunos más que falte mencionar) asegura una intervención integral y eficaz, fortaleciendo los factores protectores y disminuyendo los riesgos.
Cambiar la narrativa
El lema “Cambiar la narrativa” busca romper con el estigma del suicidio, fomentando un entorno donde se hable abiertamente de la salud mental. Para lograrlo, es clave:
- Fomentar una cultura de apoyo, es decir, facilitar espacios seguros para expresar emociones.
- Educar a la sociedad, esto incluye la educación en salud mental desde edades tempranas.
- Capacitar a profesionales para e intervención temprana de riesgos.
Recursos de apoyo en México
En la Repùblica Mexicana y Ciudad de Mèxico se cuentan con líneas y programas de apoyo en situaciones de crisis emocional:
- Línea Nacional contra el Suicidio: 800 273 8255 (opción 1).
- Línea de la Vida: 800 911 2000.
- Salud Mental IMSS: Atención psicológica y psiquiátrica en clínicas nacionales.
Programas locales de prevención
Programas como “Vive por Tlalpan”, en la Alcaldía Tlalpan, ofrecen atención psicológica y promueven el bienestar emocional en comunidades. Además, el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM) brinda evaluación, tratamiento y seguimiento para personas en riesgo, siendo un referente nacional en la prevención del suicidio.
Por último, como conclusión, considero que el suicidio es un problema de salud pública multifactorial que requiere la participación activa de las autoridades, la sociedad civil y el impulso de campañas de prevención.
Hablar de suicidio es hablar de una tragedia prevenible a través de intervenciones tempranas y la colaboración entre profesionales y redes de apoyo.
Por último, subrayo la importancia de difundir en las escuelas, deportivos y zonas de afluencia que existen programas locales y nacionales de prevención ya que, mediante un enfoque e intervención integral y multidisciplinario, es posible reducir significativamente el impacto del suicidio en México.
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Javan Alfredo Aguilera Márquez es Licenciado en Psicología graduado de la Universidad del Valle de México y actualmente es estudiante de Maestría en Desarrollo Organizacional y Talento Humano en la Universidad Latinoamericana.
Con más de 6 años de experiencia en el área de Recursos Humanos, ha desarrollado su trayectoria profesional tanto en el sector público como en el privado, ocupando roles clave como Generalista, Administración de Personal, Reclutamiento y Selección, así como capacitación e Inducción.
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