Por Domingo Días
Como dicen por ahí: “No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”, y como no me gusta pedir prestado, junto a mi familia nos fuimos al cine a ver F1: La película.
Una cinta muy esperada tanto por los fanáticos de abolengo, como una gran cantidad de nuevos aficionados, principalmente, en América Latina debido a la “Checomanía” que provoca el piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez.

No es spolier, pero F1: La película la puede resumir un aficionado que sigue el automovilismo desde niño así:
Brrrrrrrrr (video de autos corriendo y sonido surround a todo volumen)
Rubén Cervantes, dueño del equipo (RC) – amigo te necesito. me quieren quitar mi equipo ayúdame-
Sony Hayes, Piloto Veterano (SH) – ¡Ya llegué a salvarlos!
Brrrrrrrrr
(SH) – tu piloto novato, es muy arrogante-
Brrrrrrrrr
Joshua Piarece, el piloto novato (JP) -Este viejo decrepito no sabe nada-
(SH) – Aunque Rubén no quiera, conquistaré a la ingeniera-
Brrrrrrrrr
(RC) – Eres un gran amigo no puedo dejar que corras y sabes el porqué-

Brrrrrrrrr
Peter Banning, el del dinero (PB) -Una lana y pierde-
(SH) Le saca el dedo a Peter
Brrrrrrrrrrrrrr
(SH) -Rubén te dije que si me hacían caso ganaríamos-
¡Adiós a todos, los quiero muchachos!, The End
La trama como leyeron es la clásica historia de Hollywood, el muchacho “chicho” de la película gacha, diría Alex Lora del TRI, que salva a todos y enamora a la muchacha del pueblo.
Para un aficionado que le gusta la Fórmula 1, la película cumple y sobradamente, vale la pena, es entretenida; son muy interesantes las escenas de autos profesionales corriendo durante carreras reales. Ver a los pilotos de la F1 como dobles y aprovechar el ambiente de pistas originales le da un realismo espectacular.

Los únicos que se han quejado son los pilotos Max Verstappen, actual campeón, quien se negó a filmar una escena con Brad Pitt porque eligió estar con su pareja y su hija recién nacida; y Carlos Sáenz que argumentó la intromisión de Brad Pitt en el Paddock, lugar donde se preparan y exhiben los vehículos antes de la competencia, y durante los podios porque dijo, fue sumamente molesto y le quitaba seriedad al espectáculo.
Me llama de manera sorprendente que la FIA, organismo que regula las carreras, no ha emitido comentario alguno sobre la película, ya que en ella no se muestra el verdadero espíritu de competencia de este deporte.
En F1: La película, el famoso muchacho chicho resulta ser un tramposo y muy sucio en su manera de conducir, si fuera película de futbol sería el que patea y pellizca a sus rivales sin que el árbitro lo vea y mete goles con la mano.
Para un drama de ficción es totalmente valido, pero en la vida real, un piloto de carreras, que es padre, hijo, hermano, esposo, NO puede ser héroe sin importar la forma y sólo conseguir el éxito.
Me despido, vayan al cine, convivan en familia. Niños coman frutas y verduras y no olviden que en la vida real: el mal siempre se paga de alguna manera.
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